El Son Jarocho – Veracruz

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GENIALIDAD EN LA IMPROVISACIÓN

El Son Jarocho tiene sus raíces en las múltiples influencias provenientes del temperamento de los españoles, la cultura africana, los mestizos y los indígenas.
Al estar Veracruz estrechamente vinculado al Caribe a través del comercio marino, durante la Colonia se generó un importante intercambio de bienes musicales: instrumentos, estilos líricos y cadencias; todo se convirtió en una práctica comunitaria donde se congregaban blancos, negros e indios.
Fue entonces que a finales del siglo XVIII, y principios del XIX, surgió el Son, resultado de la creación colectiva de campesinos, marineros, soldados, arrieros y vaqueros, quienes imprimieron su propio sello local en las tonadas, melodías y estructuras dancísticas, y literarias.

La instrumentación cambia dependiendo de la zona del estado en la que se escuche: en el Puerto de Veracruz y zonas adyacentes se usa el arpa, las jaranas y el violín, en la zona del Papaloapan se usan las jaranas y las de son o requintos; hacia los Túxtlas es usual la jarana pequeña o mosquito, y requintos de doble cuerda. Por último, en la zona del Istmo, las jaranas suelen ser de caja grande y brazo corto y de sonido muy agudo, en cambio, las guitarras son de suave sonido.

Algo muy importante en relación con la instrumentación, es que esta manifestación musical está íntimamente asociada al modo de vida regional.

Otra característica sobresaliente del Son Jarocho es que, tanto en el baile como en el canto, debe imperar la improvisación.

La indumentaria femenina, llamada “traje de jarocha”, es de origen español y ha evolucionado con el tiempo. Viene de la cuenca del Papaloapan, es elegante y bello, causa comentarios de admiración siempre que aparece, y muchas personas pueden asegurar que ningún otro es llevado con tanto orgullo por las mujeres veracruzanas cuando llega la ocasión.

El traje de jarocha fue inspirado en la unión de las tres huastecas: La blusa blanca de tela lisa sin mangas, la amplia falda plisada con holán que llega hasta media pantorrilla, y sobre la blusa, la prenda llamada “Quesquene”; fueron tomadas de la huasteca potosina.

El mandil, el abanico y los collares de la jarocha, son del sur de Veracruz y los flecos que prenden del quesquene, de la huasteca tamaulipeca. Este hermoso traje es confeccionado en organza, gaza y organdí, en tono blanco o pastel.

El atuendo de los hombres se compone de una guayabera con cuatro hileras de alforzas en la parte posterior, cuatro bolsas, cuello tipo ranchero, un pañuelo rojo y un paliacate anudado al cuello, pantalón blanco, sombrero y botines blancos.

El “Son” es una combinación de música, danza y poesía; pero también una expresión de identidad en la vasta zona que abarca la región centro-sur del estado de Veracruz, que se proyecta hasta todos los sentidos.

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