The Dark Side of the Moon (en adelante DSOM) fue grabado entre Junio del 72 y Enero del 73, lanzado en marzo de ese año y record absoluto de permanencia de un disco en la lista del Billboard, donde permanece 724 semanas, desaparece una cuantas y reaparece durante 591, pero curiosamente, sólo en una semana aparece como album más vendido.
Ahora, 30 años después aparece reeditado para celebrarlo… pero por qué hablar de este disco y no de otro, y que es lo que hace que este sea imprescindible en la discoteca de cualquier oyente que se precie. Desde este artículo intentaré mostrar un poco, porqué este disco es especial, y en cierta manera maldito para sus creadores, porque como veremos, el grupo tenía una cara oscura también.
Los antecedentes
La historia de esta mítica banda se pierde en los albores de mediados de los 60 en Cambridge, Nick Mason, Richard Wright, y Rogers Waters forman un grupo de estudiantes universitarios, con más pena que gloria llamándose entre otros: “Sigma 6”, “The Flowers”, “T-Set”, “Megadeaths”, “Architectual Abdads”, “Screaming Abdabs” y “Abdabs” donde tocaban principalmente Rhythm and Blues. Después de incorporar a otros músicos entre otros a Syd Barrett, la banda queda constituida definitivamente con Mason batería, Wright teclados, Waters bajo, y Barrett guitarra y voz.
En el 68, después de que Jeff Beck rechazara al grupo, David Gilmour se une al grupo para ayudar y enseñar nueva técnicas a Barrett, el cual se daba demasidos viajes cósmicos con LSD, el quinteto sólo duraría 4 actuaciones… Barrett, creador, compositor y alma del grupo, fue “invitado” a abandonar Pink Floyd, después de discos memorables como “The Pipers at Gates of Dawn” o “A saucerful of secrets”, por su estado mental y su incapacidad de estar en la realidad… o eso decían; tal vez un loco si lo hubiera estado de verdad, no hubiera grabado toda la discografía que tiene en su haber, tal vez a Barrett lo destruyó Pink Floyd, como también destruyó a Waters, pero eso es otra historia.
Pink Floyd era en el 68, un grupo de culto por aquel entonces, si bien su técnica era más bien desastrosa, por no decir, que quitando a Gilmour y a Wright, los demás sabían lo básico… pero quedaban por cumplir los compromisos con las discográficas y decidir quién sería el líder del grupo, apartado Barrett (por mucha canción que le dedicaran), el corral tenía 2 gallitos, Gilmour y Waters que traerían de cabeza a muchos.
Sin movernos de 1968, graban “Ummagumma” doble LP, parte en directo, y parte en estudio,donde cada componente compondría canciones por separado para este disco, de tal manera que de ahí saldría el líder de la banda. Ganó Waters, cosa que no gustó para nada a Gilmour.
Por no aburrir al lector, no introduzco más historia sobre los Floyd, sólo quería dejar claro como estaban las cosas, para comentar lo que fue DSOM en la vida del grupo.

El Album
DSOM fue un inesperado acontecimiento para los fans de Pink Floyd; sí, eran bastante conocidos, pero no llegaban a límites de ventas o reconocimiento como otras bandas míticas, y mucho menos en Estados Unidos, y eso que lo intentaron una y otra vez con extensas giras; su sonido clásico de rock psicodélico y progresivo, que más bien partía de improvisaciones en la sala de ensayo, respondía al bajo nivel de los músicos, aunque Gilmour tenía bastante estilo tocando la guitarra, e intentaba enseñar a los demás sin mucho éxito.
Y de pronto, surge DSOM, nada igual a lo que habían hecho antes, Pink Floyd decide tocar el suelo, dejar de flotar y divagar entre las nubes, de esos temas que duraban casi la cara entera de un LP, o canciones simplemente instrumentales. Un disco con un sonido totalmente nuevo, con técnicas de estudio pioneras, con un sonido intemporal, y con unas letras que hablaban de la desesperación de las cosas cotidianas.
Las canciones de DSOM son las siguientes:
- Speak to Me (Mason)
- Breathe In The Air (Waters, Gilmour, Wright)
- On The Run (Gilmour, Waters)
- Time (Mason, Waters, Wright, Gilmour)
- The Great Gig In The Sky (Wright)
- Money (Waters)
- Us And Them (Waters, Wright)
- Any Colour You Like (Gilmour, Mason, Wright)
- Brain Damage (Waters)
- Eclipse (Waters)
El disco se abre con “Speak to me”, que no es una canción en sí, sino un conjunto de sonidos que se repetirán a lo largo del disco, y con el latido de corazón siempre presente, y la frase que empieza: “I’ve been mad for fucking years, absolutely years…” una gran introducción en el que el oyente se embarca en la desesperación del día a día, del que no se puede escapar, eso es de lo que trata DSOM.
Le sigue “Breathe”, que entra etrepitosa pero a la vez apaciguadoramente, las notas acompañan al título, y realmente es como si respiraras la canción, algunos dicen que fue de los precursores del sonido chill-out que en unos añitos se inventara en el “Café del Mar” de Ibiza.
Sin ninguna concesión ni descanso, entra en escena “On the run” tema un poco fuera de la tónica habitual de la banda, ya que desplegaron buena parte de tecnología, y se acercaban a estilos más propios de Tangerine Dream o de los mismísimos Kraftwek; la novedad fue que a la hora de grabarlo, que en un principio iba a ser como siempre, es decir, una improvisación instrumental, se le añadió un novedoso sintetizador con arpegiador, el VCS3, desde donde se sacarían casi todos los efectos de la canción.
Y llegamos a “Time”, el cual comienza con una descarga de sonidos de relojes muy novedosa para la época, porque recordemos que todos los efectos que se metieran en el estudio, se iban a llevar al concierto. De ahí entramos en una introducción que crea tensión hasta desembocar en la primera estrofa, en el que otra vez la temática será la misma, el transcurso del tiempo y la frustación de que nada cambia, excepto tú. Y aquí es donde Gilmour se luce, en el maravilloso punteo que entra dentro de los 10 mejores de la historia del rock; y es maravilloso, porque la guitarra toca exclusivamente lo que el tema pide, en ningún momento hace alarde sobrecargar la canción, sin palabras… y termina, con un apéndice del tema “Breathe”, al que le apellidan Reprise (continuación).
“The Great Gig in the Sky” es otro tema instrumental con trozos de conversación, que hablan sobre el no temor a la muerte por la que todos deben pasar. Al piano, hammond y guitarra se le une la voz de la cantante invitada que sobrecogen al alma. Elegida mejor canción en Europa, para hacer el amor…
Ya en la cara B, empieza con la canción más famosa de los Floyd, ese bajo funky, y el sonido de la caja registradora, hablamos de la odiadísima “Money” (odiada por los fans acérrimos), tocada en un 7/8, que más bien era un 3/4 y un 4/4 amañado según las necesidades de guitarrista y saxofonista; con un curioso punteo, y es que otra vez el ego de Waters y Gilmour obligaron a que el productor metiera reverb en el punteo al principio, luego lo quitara y lo metiera otra vez al final. Por supuesto otra vez, conversaciones al final de las canciones, de las que hablaremos más adelante.
Le sigue “Us and them” sin pena ni gloria, aunque siempre arreglado de manera exquista, Que da paso a una original canción: “Any colour you like”, en ella al más estilo Floydiano de los viejos tiempos, graban a pelo e improvisando, sobre la base de “Breathe”, a lo que después y durante se le añaden efectos como ecos a los teclados, o doble grabación a la guitarra para que parezcan dos, en realidad es más de lo mismo, pero se graba a un tempo más rápido para romper el ritmo de los latidos de todo el LP.
“Brain Damage” no sería más que el preámbulo de el “disco homenaje” a Syd Barrett, “Wish you were here” en el que se habla de la locura, un tema que aunque, instrumentalmente no es gran cosa, sí lo es el contenido de sus letras, y nuevamente de sus conversaciones y risas de locura introducidas en la canción.
Y cerramos con “Eclipse” que así iba a llamarse DSOM en el principio, una canción en progresión donde se van uniendo voces y los instrumentos van “in crescendo” hasta terminar con el latido del principio y la frase: “There is no dark side of the moon really. Matter of fact it’s all dark.”
El disco está sazonado con un gran sonido por emplearse técnicas revolucionarias hasta entonces, y contar con el desconocido Alan Parsons, Peter James y Terry Thomas (encargado de lidiar a Waters y Gilmour), y una mesa de 24 canales, que en 1973 era lo más avanzado. Los efectos de sonido como los relojes fueron grabados por Parsons para una demostración del sonido cuadrafónico, o la caja registradoras grabada por Waters.
Las voces que aparecen en todo el disco fueron grabadas en las puertas del estudio Abbey Road, donde coincidieron con gente como Paul y Linda McCartney, que respondían a preguntas del estilo; ¿cuándo fue la última vez que te pusiste violento? ó ¿tienes miedo a la muerte? pero los más jugosas declaraciones usadas en al menos 4 canciones fue la de Roger “The hat” el jefe de pipas del Abbey Road, un tipo tosco cuyas declaraciones improvisadas ponen los pelos de punta por su sinceridad.
Lo que vino después
Para la banda, fue el comienzo del fin, vale, algunos dirán que no, pero el listón se puso muy alto, demasiado, Waters y Gilmour cada vez se tragaban menos, y aunque los álbumes posteriores no eran malos, ya no era Pink Floyd quien los componía, era Waters, que pagaba al resto, es más, Waters se creía Pink Floyd. Pero esa es otra historia, otro día os contaré como Waters se convierte en el malo malísmo, mientras escribe “The Wall”, y apuñala por la espalda a compañeros de más de 20 años.
Respecto a como influenció DSOM a otros músicos posteriores, hay que destacar a grupos del nivel de Radiohead, The Orb, Massive Attack, que hasta pinchan temas y remezclan en directo a DSOM.
Para concluir, decir que en este artículo no está dicho ni mucho menos todo de DSOM, pero está lo básico; que es un disco imprescindible, el mejor de Pink Floyd en la etapa Waters-Gimour, la etapa Barrett es otra historia, y que realmente superó con creces los objetivos marcados, hacerse comerciales y conquistar USA.
CREDITOS:
David Gilmour: Voces, Guitarra, VCS3
Roger Waters: Bajo, Voces, VCS3, Efectos grabados
Richard Wright: Teclados, Voces, VCS3
Nick Mason: Percussion, Efectos grabados
Producido por Pink Floyd
Grabado en los estudios Abbey Road, Londres entre Junio 1972 y Enero 1973
Ingeniero: Alan Parsons
Asistente: Peter James
Supervisor de Mezclas: Chris Thomas
Saxofón en “Us and Them” y “Money”: Dick Parry
Voces en “The Great Gig in the Sky” : Clare Torry Coros: Doris Troy, Leslie Duncan, Lisa Strike, Barry St. John