RITMOS CONTAGIOSOS
Cuando se piensa en “jarabe” como género musical en México, normalmente se escucha la asociación con el jarabe tapatío, sin embargo, en la región de Nayarit existe una variación, propiamente nombrada jarabe nayarita.
Este estilo musical sí muestra influencias del tapatío, principalmente por la cercanía que existe entre ambos estados.
Se trata de un ritmo mestizo que invita al baile inmediatamente, y cuyo contenido lírico se encarga de relatar situaciones cotidianas de la vida de los nayaritas; muchas de sus composiciones más reconocidas han sido pasadas de generación en generación y, curiosamente, gran número son anónimas.
Entre los sones más populares encontramos el Coamecate, cuyo baile es similar al de un vals, por su ritmo pausado; el Diablo, que se ejecuta con pespunte, taconeado y algunos redobles de punta y talón. Algunos incluso se presentan con floreo de machetes como parte de su coreografía.
El Ardillo es otra composición común, con su zapateado a base de redobles en cuatro tiempos. Es un son de equilibrio, porque se baila con vasos llenos de tequila; el macheteo, junto al balanceo de botellas, o vasos llenos sobre la cabeza han hecho del folklore nayarita un gran espectáculo.
La vestimenta de los hombres incluye calzón y camisa de manta, con un paliacate debajo del cuello y una faja roja. También llevan sombrero y huaraches. Por su parte, las mujeres usan blusa de satín de algún color brillante con un olán en la pechera, su falda lleva en la parte inferior un doble olán de la misma tela de la blusa. Como la falda es amplia, sujetan los extremos y la mueven al compás de la música.
A pesar de no contar con el reconocimiento internacional de otros estilos regionales, la música de Nayarit refleja el amor a la vida que existe en este estado y, el jarabe nayarita es particularmente genial. ¡Ya verás que el baile es contagioso!
