Ukelele

Dependiendo del modelo, la afinación varía. Para numerar las cuerdas, se considera que la primera cuerda es la más cercana al suelo.

Lo más característico de la afinación del ukelele soprano es que la cuarta cuerda se afina más aguda que la tercera. Esto le da al ukelele una sonoridad muy característica, ya que al rasguear acordes siempre tenemos una voz aguda en el acorde que suena primero, independientemente de que el rasgueo sea ascendente o descente. Además, los acordes quedan generalmente en una disposición cerrada, esto es, con todas sus notas en el rango de una octava.

La afinación del ukelele tenor y barítono es más parecida a la afinación de una guitarra convencional. De hecho, el barítono se afina igual que las cuatro primeras cuerdas de una guitarra, el tenor igual, pero transportado una cuarta ascendente.

(*) El tenor se puede afinar con el Sol grave o agudo, al gusto del intérprete.

Los “rootless voicings” son disposiciones de los acordes en las que no aparece la fundamental o raíz del acorde. Son muy típicos en los pianistas y guitarristas de jazz, ya que aportan un color muy interesante a las progresiones de acordes. Por supuesto, también pueden hacerse estos acordes con el ukelele.

La base teórica es la siguiente: las notas más importantes de un acorde son la tercera y la séptima, pues son las que definen el carácter o la familia del acorde (en esta página tengo un breve cursillo de armonía de jazz para profundizar más en el estudio de los acordes y progresiones de jazz). En los acordes “rootless” sustituimos la fundamental por la novena y la quinta por la trecena (sobre todo en los acordes dominantes).

Si alguien se ha estudiado los métodos “Play-Along” de Jamey Aebersold, verá que en muchos viene al final un suplemento con acordes básicos para piano en los que la mano izquierda hace la fundamental en el registro grave y la derecha un “rootless voicing” una o dos octavas más arriba.

Una breve nota sobre la afinación del ukelele: si utilizamos la afinación estándar, reentrante, esto es, con la cuarta cuerda más aguda que la tercera, se pueden conseguir unos “voicings” preciosos, iguales que los que haría un pianista, con todas las voces del acorde en la misma octava. Si utilizamos la afinación “guitarrera”, con la cuarta cuerda grave, estos “acordes de pianista” son más difíciles de hacer, hay que abrir mucho la mano y algunas disposiciones no son practicables. Con esta última afinación las disposiciones de acordes realmente cómodas son del tipo “drop 2″ (un acorde en disposición “drop 2″ es aquel cuya 2ª nota más aguda se ha bajado una octava. Son disposiciones o “voicings” muy típicos de instrumentos como la guitarra)

En los ejemplos que siguen me he centrado en esta última afinación, con 4ª cuerda grave. Sirven perfectamente para la afinación reentrante, sólo hay que transportar la nota más grave que aparece en los ejemplos una octava más aguda.

Empezaremos estudiando la progresión II-V-I. El fundamento para estos voicings es el siguiente: la 3ª y la 7ª son las notas más graves del acorde (o viceversa, 7ª y 3ª). Después, colocamos encima el resto de notas (5ª ó 13ª y la 9ª, en el orden que nos convenga).

Tenemos dos posibilidades para el acorde II: que la nota más grave sea la tercera (modelo 1) o que sea la séptima (modelo 2). Siguiendo la progresión, para el acorde V tendremos la 7ª como nota más grave (modelo 1) o la 3ª como nota más grave (modelo 2).

Para cada modelo, primero muestramos la disposición típica con las cuatro notas del acorde (fundamental, 3ª, 5ª y 7ª) y a continuación la disposición con tensiones. En el acorde II y I cambiamos la fundamental por la novena, en el acorde V cambiamos la fundamental y la quinta por la novena y trecena respectivamente. Mejor verlo:

Sugerencia para practicar estos voicings: localizar el volumen III de Aebersold y practicar con él en todos los tonos.

Estas disposiciones se pueden cambiar y alterar para conseguir otros acordes más “exóticos” o con más alteraciones, sólo hay que ir moviendo las notas correspondientes. Por ejemplo, si nos cifran un acorde Maj#11, sólo tenemos que cambiar la nota 5 y bajarla un semitono. Si nos piden un 7b9, sólo hay que bajar un semitono la novena, para acordes con 6ª, se baja la 7ª, etc.

Pensar en los acordes obviando la fundamental (para eso están los bajistas) nos abre un nuevo mundo de posibilidades. Nuestro humilde ukelele se pone a la altura de cualquier otro instrumento armónico como el piano o la guitarra.

La cuarta cuerda del ukelele se puede afinar más aguda que la tercera (afinación reentrante) o más grave (afinación con Sol grave). Las notas son las mismas pero cambian de octava.

Arriba veíamos los “rootless voicings”, seguimos con ellos comparando las dos afinaciones. La diferencia entre las dos para un acorde dado es que en afinación reentrante todas las voces del acorde quedan lo más contiguas posible. La afinación con Sol grave lo que hace es desplazar la segunda nota más aguda una octava abajo.

Las digitaciones son las mismas utilicemos la afinación reentrante o la “guitarrera” (con el Sol grave). Lo que cambia es la octava en la que suena la nota “gris” que mostramos en el diagrama de acordes.

Las disposiciones cerradas suelen ser muy utilizadas por los pianistas, las drop 2 son más típicas de guitarra (si tenéis una guitarra tratad de digitar los acordes del primer sistema, a ver si sois capaces).

¿Qué disposiciones suenan mejor? Es cuestión de gustos. Las cerradas tienen a sonar más compactas y en un instrumento con una tesitura bastante aguda como es el ukelele quedan muy bien. Las drop 2 tienen un sonido más “desparramado”, más similar a una guitarra, pero vamos, hay que tener un oído bien entrenado para notar estas diferencias. Lo más notable en las cerradas son los intervalos de segunda que tenemos en algunos acordes, son muy distintivos.