…o al menos de pasar un rato agradable.
Uno de los mayores problemas que tiene los alumnos de música en las escuelas es la interiorización del pulso y el ritmo para poder luego, sobre ella hacer música. Existen diferentes formas de trabajar esto, una de ellas es la percusión corporal o body-percussion con la que además de trabajar para conseguir otros objetivos se puede disfrutar trabajando en grupo realizando entre todos una gran diversidad de ritmos utilizando nuestro propio cuerpo.
Según Javier Romero Naranjo:
“Esta metodología desarrolla en el alumnado una independencia psicomotora desde el punto de vista rítmico. Se parte del movimiento y del juego empleando la percusión corporal para posteriormente explicar, desde el punto de vista musical, lo que se ha realizado. Es decir, presenta una metodología de carácter inductiva y no cognitiva.
A partir de este principio se refuerza la identidad de grupo dado que rechaza la acción individual continuada. Esta forma de trabajar en grupo desarrolla una comunidad emocional puesto que nunca desplaza a los alumnos con dificultades, sino que los arropa hasta integrarlos nuevamente en el ejercicio sin fisura alguna.”
Un paso más allá es la conjunción de la percusión corporal y la grafía musical, para entre otras cosas, identificar eso que hacemos con el elemento rítmico correspondiente (qué recuerdos me trae, al trabajar obras como Rock Trap). Un mundo
¿ Quieres conocer más sobre ésta técnica? Visita: percusion-corporal.com/es/